Los factores que pueden influir en el autismo, pueden ser variables biológicas y/ó físicas. Es una condición que afecta el desarrollo neurológico de los niños entre 3 a 17 años. A su vez una enfermedad multifactorial que afecta diferentes areas del organismo.
Ha habido un aumento dramático en el número de niños con este trastorno en los últimos años. Según el CDC Se ha identificado autismo en 1 de cada 54 niños. según un análisis de datos del 2016; publicado en el Resumen de vigilancia del Informe Semanal de Morbilidad y Mortalidad (MMWR) de los CDC.
Como resultado, los padres están buscando respuestas sobre las causas subyacentes de ésta condición, y estrategias naturales para apoyar la salud cerebral de sus hijos.
El trastorno del espectro autista (TEA) se considera como un trastorno cerebral que afecta el comportamiento social observable. Sin embargo, es más que un diagnóstico solo conductual; ya que ésta condición puede afectar la salud física y emocional del individuo.
Es decir, una persona dentro del espectro autista puede presentar inflamación , problemas digestivos, díficultad para dormir, alergias, episodiaos de ansiedad y/ó depresión entre otros.
Equilibrar la microbioma intestinal, usar dietas especiales y suplementar con nutrientes claves, puede tener un impacto profundo para una recuperación integral.
1. Sistema Inmunológico Débil
El Sistema Inmunológico es el mecanismo de defensa de los seres vivos. Este permite a través de reacciones físicas, químicas y celulares coordinadas; mantener el organismo libre de agentes extraños y potencialmente nocivos. Como toxinas, venenos, infecciones virales, bacterianas y de otros microorganismos que pueden alterar el buen funcionamiento del cuerpo.
Numerosos estudios muestran el vínculo entre un sistema inmunológico comprometido y el TEA. Esto a menudo se refleja en niveles anormales de citoquinas en sus fluidos corporales.
El autismo está asociado con una desregulación de las células de tipo inmunitario en el cerebro [microglía y astroglía (2,3) ]. También con:
- Autoinmunidad
- Aumento de la activación de las células T
- Funcionamiento inmunitario innato desregulado
- Mutaciones géneticas que controlan el funcionamiento de las células inmunitarias.
La microglía son células que proceden de la médula ósea y se encuentran en todas las regiones del sistema nervioso central, participando en la respuesta inmune. Vigilan e inspeccionan constantemente el sistema nervioso central, siendo muy sensibles a los cambios en su entorno.
En condiciones fisiológicas normales, las células de la microglía funcionan como “guardianes”, limpiando los desechos celulares y las células apoptóticas por fagocitosis. Sin embargo, en condiciones inflamatorias tales como cuando hay un daño neuronal, agentes invasores infecciosos o agregados de proteínas patógenas (producidas habitualmente en trastornos neurodegenerativos), las células de la microglía alcanzan un estado “activado”.
Hay mucha controversia y debate sobre si las vacunas causan autismo. Más sin embargo, las vacunas son un gran insulto para el sistema inmunológico.
Cuando el sistema inmunitario de una persona está comprometido, no responde a las agresiones ambientales como las vacunas de manera normal.
De esa manera, las vacunas pueden contribuir al desarrollo ó avance de trastornos como el autismo, las alergias y las enfermedades autoinmunes.
Los factores adicionales que contribuyen a la desregulación del sistema inmunitario, incluyen la disbiosis intestinal; el uso de antibióticos, esteroides y otros medicamentos. Una dieta deficiente, toxinas y aditivos alimentarios.
2. Alteraciones en la Microbia Intestinal
Más de un 40% de las personas con TEA tienen problemas gastrointestinales. Estos chicos experimentan más síntomas gastrointestinales que el grupo de personas típicas.
Los síntomas GI comunes en personas con autismo incluyen estreñimiento, dolor abdominal, gases, diarrea. Más del 50 % de estos síntomas GI pueden deberse a una microbiota intestinal desequilibrada.
El ser humano alberga billones de bacterias, virus, hongos y otros microbios. Por lo tanto, en un cuerpo sano, la microbiota es equilibrada y beneficiosa.
Recordemos que la flora intestinal es la mayor población de microbios en nuestro cuerpo. Ellas viven en nuestro sistema digestivo, afectan el desarrollo y el comportamiento del cerebro a través del sistema nervioso neuroendocrino, neuroinmune y autónomo.
La asociación entre alteraciones en la flora intestinal y el autismo es evidente ( 3 ). Los mecanismos por los cuales la microbiota afecta la conexión “intestino-cerebro” y la progresión del espectro autista; involucran vías inflamatorias, metabólicas y la alteración de la integridad de la barrera epitelial.
Relación entre la Microbioma y el Autismo
Un Análisis de 2019 encontró que los participantes con TEA tenían una menor abundancia de Akkermansia, Bacteroides, Bifidobacterium, E. coli y Enterococcus. Pero mayor abundancia de Faecalibacterium, Lactobacillus; y ligeramente mayor de Ruminococcus y Clostridium ( 4 ).
Por lo general, los pacientes con TEA presentan disminución en las bacterias beneficiosas; pero la suplementación con probióticos que contiene especies de Bifidobacterium mejora los síntomas específicos del TEA.
Los niveles más bajos de Bifidobacterium y los niveles más altos de Lactobacillus encontrados en el análisis sugieren un desequilibrio de bacterias beneficiosas.
Otra teoría es que las alteraciones en la flora intestinal conducen a cambios en la función cerebral al aumentar la producción de ácido propiónico. El ácido propiónico es un ácido graso de la cadena corta.
Cuando hay un exceso de ácido propiónico, puede alterar las vías metabólicas e inmunitarias, la expresión génica y la plasticidad sináptica como se ve en los pacientes con TEA
4. Alergías y Sensiblidad en los Alimentos
Las alergías ó sensibilidad en los alimentos son más comunes en las personas con autismo que en personas típicas. Aunque éstas reacciones suelen ser inmediatas, a veces son difíciles de identificar porque los síntomas generalmente se retrasan.
Otro aspecto común asociado con los TEA, es el alto consumo de alimentos procesados y poca alimentación natural que incluye frutas, verduras ó frutos secos entre otros.
En esta lista de procesados se incluyen los azúcares, los carbohidratos refinados, las grasas tóxicas, el pescado de piscifactoría, carne y productos lácteos de producción industrial. Estos alimentos tienen un efecto dañino sobre el sistema inmunológico y conducen a la disbiosis intestinal.
Los alimentos procesados carecen de nutrición y están llenos de conservantes, colorantes, aspartame, conservantes como MSG, grasas trans, alimentos genéticamente modificados (GMO) y otras sustancias tóxicas. Esto puede ser muy problemático para cualquier persona con autismo.
Las alergias más comunes son:
- Glúten, Es la proteína del trigo
- Caseína, la proteína de la leche
- Convervantes y colorantes
- La soya
Se cree que estas proteínas alimentarias se descomponen en proteínas más pequeñas (péptidos), funcionan como elementos adictivos en los niños TEA. Empeorando así, los cambios de comportamiento.
El autismo también se asocia con una mayor activación de los mastocitos, que puede conducir a reacciones alérgicas. La activación de los mastocitos da como resultado la liberación de mediadores inflamatorios y neurotóxicos, que influyen en el comportamientos asociados con los TEA.
El exceso de mastocitos se acumula en la piel, la médula ósea, el tracto digestivo u otros órganos del cuerpo. Cuando se desencadenan, estos mastocitos liberan sustancias que pueden causar síntomas similares a los de una reacción alérgica y, a veces, a una inflamación grave que puede provocar daños en los órganos.
Los desencadenantes comunes incluyen comidas picantes y muy procesadas, las picaduras de insectos y ciertos medicamentos.
Para determinar el tipo de alimento específico que esta causando alergias, se recomienda realizar pruebas de anticuerpos específicos (IgG).
El estudio realizado en 2018 por la Universidad de Iowa (UI), en Estados Unidos; concluyó que los niños TEA tienen mayor probabilidad de sufrir una alergia alimentaria que los niños típicos.
5. Deficiencia de Vitamina D
La deficiencia de vitamina D durante la gestación y la primera infancia está relacionada con el autismo. La vitamina D es un neuroesteroide activo en el desarrollo del cerebro. El rango ideal para los niveles de vitamina D3 es entre 50 y 80 ng/ml. La vitamina D3 se crea en la piel en respuesta a la exposición al sol.
Existen numerosas fuentes dietéticas de vitamina D. Salmón silvestre, el aceite de hígado de bacalao, la mantequilla y el queso crudo alimentados con pasto. Las yemas de huevo, los champiñones y el hígado de res.
La suplementación con vitamina D puede mejorar los síntomas centrales del autismo. De hecho, los estudios muestran que alrededor del 75% de los niños autistas mejoraron los síntomas con altas dosis de vitamina D.
Otro estudio mostró que la suplementación diaria con vitamina D de 5000 UI durante el embarazo; durante la infancia y la niñez de con 1000 UI al día; redujo la incidencia de autismo del 20 % al 5 %. Esto resultó para las madres que ya tenían un hijo autista.
Dato Importante...
De acuerdo a las investigaciones, la vitamina D ayuda a regular tres genes implicados en el autismo. TPH1, TPH2, VDRE.
Los estudios identificaron que éstos tres genes están expresados abnormalmente en el autismo, y que están directamente regulados por la vitamina D.
Parece que la vitamina D aumenta hasta niveles óptimos el gen implicado (TPH2) en la producción de sorotonina central, e ihnibe el gen de la serotonina periférica.
Esto podría explicar por qué niños con autismo tienen niveles elevados de serotonina en sangre; pero niveles bajos de serotonina en el cerebro, cuando sus niveles de vitamina D están bajos.
Por otra parte, los niños con autismo tienen niveles bajos de oxitocina, una hormona que potencia el comportamiento social.
La oxitocina parece estar igualmente controlada de forma directa por la vitamina D. Si los niños presentan deficiencia de vitamina D, también tienen bajos niveles de oxitocina.
6. La Genética
La genética también tiene que ver en la predisposición de los niños al autismo.
Existen variantes genéticas comunes que representan la mayor parte del riesgo genético.
La genética también influye en cómo los niños que están expuestos a desencadenantes ambientales, ó un microbioma intestinal alterado.
Los genes implicados en el autismo son variables y diversos. Pero las mutaciones en genes relacionados con la vía MTOR (objetivo de la rapamicina en mamíferos) , son las más asociadas con el autismo.
MTOR gen, tiene un papel importante en los trastornos neurológicos y está involucrado en la dirección de las respuestas inmunitarias.
Hasta un 15% de los casos pueden vincularse a una causa genética conocida a través de síndromes monogénicos. Estos incluyen el síndrome de X frágil, la esclerosis tuberosa y el síndrome de Timothy .
7. Uso de Medicamentos en el Embarazo
El autismo está asociado con el uso de medicamentos por parte de la madre durante el embarazo. De hecho, los investigadores han encontrado diferentes aspectos:
- Un vínculo, entre la exposición prenatal a los medicamentos para la epilepsia, el paracetamol y el autismo.
- Asociación entre el uso de paracetamol durante el embarazo. Los síntomas del autismo y los síntomas adversos de déficit de atención (13, 14).
- Las madres y los niños con autismo tienden a tener una sulfatación más lenta ó alterada. Parte crítica del sistema de desintoxicación hepática de fase II.
- Con una sulfatación inadecuada, hay una desintoxicación incompleta y un agotamiento del glutatión. Lo que resulta en un aumento del estrés oxidativo en el cerebro del niño.
Referencias:
1. Physiology of microglia
2. Physiology of Microglia Helmut Kettenmann, Uwe-Karsten Hanisch , Mami Noda, and Alexei Verkhratsky
3. Microglia: activation and their significance in the central nervous system – Kazuyuki Nakajima*^ and Shinichi Kohsaka*
4. Un estudio evidencia la repercusión de la microbiota intestinal en el autismo
5. Association Between Gut Microbiota and Autism Spectrum Disorder: A Systematic Review and Meta-Analysis
6. Association of Food Allergy and Other Allergic Conditions With Autism Spectrum Disorder in Children
7. The Role of Gut Microbiota in Gastrointestinal Symptoms of Children with ASD
8. Vitamin D hormone regulates serotonin synthesis. Part 1: relevance for autism
9. TPH2 tryptophan hydroxylase 2
10. VDRE On DR3-type VDREs, both receptor DBDs are located at roughly the same side of the DNA (tilted by 51.4°), whereas on ER9-type VDREs. the DBDs are at nearly opposite sites of the DNA (tilted by 154.3°) [18].
11. The Gut-Immune-Brain Axis in Autism Spectrum Disorders; A Focus on Amino Acids
12. The Changing Epidemiology of Autism Spectrum Disorders
13. Prenatal, perinatal, and neonatal risk factors of autism spectrum disorder
14. Acetaminophen use during pregnancy, behavioral problems, and hyperkinetic disorders. Zeyan Liew 1, Beate Ritz 2, Cristina Rebordosa 3, Pei-Chen Lee 4, Jørn Olsen 5
15. DOI: 10.1001/jamapediatrics.2013.4914